Beatrice Sansó de Ramírez
7 min readMar 13, 2024

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Gratuidad, continuidad y altísima calidad. Tres premisas indispensables para el logro del empoderamiento popular de los espacios culturales.

Concierto en los jardines de PDVSA La Estancia

Soy hija de dos profesores universitarios, por lo que crecí caminando por los pasillos de nuestra Máxima Casa de Estudios, la Universidad Central de Venezuela, complejo urbano diseñado por el Maestro Carlos Raúl Villanueva, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en el año 2000, por ser un extraordinario ejemplo de la arquitectura moderna.

La condición de autoridad universitaria de mi padre, nos permitía disfrutar del palco del Aula Magna destinado a la Junta Directiva de la Universidad, lo cual convertía las mañanas de nuestros domingos en un encuentro fijo con el olor a madera característico de sus paredes, escaleras, tarimas y respaldar de sus asientos y la magnificente visual cuasi cinética de las nubes de Alexander Calder que penden de sus techos, todo lo cual nos permitía escuchar con la mejor acústica el concierto seleccionado para la ocasión.

Espectadores en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela

La Orquesta Sinfónica de Venezuela, que tenía allí su sede, no escatimaba esfuerzos para interpretar con majestuosidad las piezas de los clásicos.

Me impresionaba mucho el enorme público que religiosamente y de forma ordenada se presentaba a los eventos, todos vestidos para el momento.

Años mas tarde, cuando la vida y las circunstancias, me pusieron al frente del manejo de una institución cultural, me propuse recrear esa experiencia, ésta vez, de forma gratuita y acompañada de continuas actividades de la mas variada índole, pero siempre, con la calidad que había podido disfrutar en aquellos momentos formativos de mi personalidad.

Sede principal PDVSA La Estancia Caracas

Lo mas importante, era lograr el interés del público y hacer de sus visitas una costumbre, casi una rutina. Algunos dudaron que la invitación abierta pudiera ir de la mano con la calidad de las actividades. Nuevamente, se planteaba la aparente diatriba entre el gran aforo y la excelencia. En mi caso, nunca los consideré compartimientos estancos y mucho menos, excluyentes. Porque confío en el sentido de apropiación de la gente y en consecuencia, el cuido de su parte de los espacios, cuando se encuentran ante una propuesta seria, genuina y bien planificada.

Así lo hicimos. Debíamos convocar personal especializado, porque cada área, por mas globalizada, requiere del conocimiento del experto. Siempre de la mano de la historiadora Luisa Díaz como Gerente de Cultura, incorporamos musicólogos, antropólogos, sociólogos, estudiosos del patrimonio cultural intangible, jóvenes cantantes, músicos, que partirían de un fuerte trabajo de investigación en archivos, anales, bibliotecas y sobre todo, in situ, aún en los lugares mas aislados de nuestro país, donde pudieran encontrar directamente las distintas expresiones culturales. ¡No podía haber improvisación!

Actividad cultural Plaza Venezuela

Luego, debía plantearse un programa, que dividimos por línea de tiempo, haciendo énfasis en nuestras tradiciones. Trabajamos en Festivales (de Salsa, de Joropo, de Boleros, de Tambores, de Gaitas, etc.), dentro de los cuales, se desarrollarían a su vez de forma transversal, las variadas manifestaciones culturales venezolanas seleccionadas desde nuestra propia diversidad.

Torneo de Ajedrez, PDVSA La Estancia Caracas

Se presentaban conciertos, talleres de los específicos instrumentos, clases de los tipos de bailes, documentales, conferencias, exposiciones sobre la materia. Por supuesto, siempre con la inclusión de las presentaciones infantiles.

Portada programna de mano
Muestra del calendario mensual de actividades de PDVSA La Estancia
Muestra calendario mensual de actividades

Por su parte, la llamada música académica o música clásica, tenía un espacio reservado en paralelo a nuestra programación, por lo que, también las orquestas, ensambles, cuartetos, dúos, solos y cantos líricos, se fueron apoderando del gusto de nuestros visitantes, hasta llegar a exigirnos la interpretación de las mas variadas y complejas sinfonías.

Orquesta Típica de Aragua

Una vez precisado el contenido de nuestras actividades, las mismas debían transmitirse de forma atractiva. Para ello, seleccionamos a un grupo de muchachos, graduados en diseño gráfico o pintura, que con su creatividad preparaban hermosos y llamativos programas de mano mensuales y por evento. Cada uno constituía una verdadera obra de arte, capaz de transmitir el valor de nuestra selección y llamar al interés de todos los grupos. En ellos se exponía además, un resumen del fruto de nuestra investigación sobre el tema presentado.

Carátula de Agenda Semanal de actividades de PDVSA La Estancia

Como lo que no se comunica, no existe, el trabajo de divulgación pre y post evento, se hacía planificadamente. Iniciaban entonces, las redes sociales (estamos hablando de principios de los 2000) y ya habíamos entendido que era necesaria la información por el antes llamado tuiter (hoy x), instagram y facebook, todo aunado a la prensa escrita y digital, y la presentación de programas de radio o la publicación de un micro-video que llamamos “Toda La Estancia minuto por minuto”, en alusión a un histórico programa futbolístico que en la televisión italiana va transmitiendo al mismo tiempo, los distintos partidos que se producen en un día.

Micro video “PDVSA La Estancia Minuto a Minuto”

Esta divulgación la hacíamos conscientes de nuestro papel social. De allí que, “toda actividad, publicidad, decoración, colocación de avisos y pendones, todo momento en tarima, es una oportunidad para educar”. Los valores cívicos eran transmitidos de forma permanente, siempre con miras a generar el empoderamiento de nuestros visitantes hacia nuestros espacios y programación.

Banners educativos en el Bulevar de Sabana Grande

Cada actividad implicaba una importante logística, adecuación de tarimas, toldos y equipos, organización de sillas, colocación de camerinos, presencia de protocolo y seguridad, distribución de material informativo y educativo, realización de grabaciones, reportajes, entrevistas.

Presentación de Ensamble durante la Feria del Libro

¡En la institución siempre estaba sucediendo algo! Me viene a la cabeza la imagen de aquella cantante que como en cámara rápida, salía al palco cada vez con un vestido distinto por canción. No había tregua, no había descanso, solo movimiento, entusiasmo, encuentros, paseos, caminatas, contemplación, disfrute.

Parranda de San Pedro, Bulevar de Sabana Grande

Nuestros visitantes fueron en aumento cada día. Llegamos a contar varios cientos de miles de personas al año. Luego, nos extendimos hacia cada área urbana rehabilitada por nosotros, bajo la consigna de que “espacio recuperado, espacio tomado por la cultura”. También llegábamos hacia nuestros barrios, sus plazas y zonas de recreación. Siendo que formábamos parte de la empresa de los hidrocarburos (PDVSA), abrimos una sede en dos de las principales ciudades petroleras del país, en Paraguaná (Estado Falcón) y en Maracaibo (Estado Zulia), con el mismo éxito, aunque siempre enfatizando en las características propias de la región en particular.

Baile tradicional “Leyenda El Silbón” en el Bulevar de Sabana Grande

También se produjo un efecto expansivo de nuestra acción, pues en todo el país se generó una intensa actividad cultural, nacieron nuevos grupos, reaparecieron otros, se abrieron concursos, se hicieron festivales, se puso de moda nuestra música, lo que favoreció no sólo la economía, sino el apego hacia nuestra venezolanidad.

Termino esta historia recordando la cara de muchas personas de edad, porque eran las que en mayor cantidad y mas temprano llegaban a nuestras sedes, tomaban su silla y guardaban su puesto, para estar cerca de la tarima y pararse muchas veces, a bailar. Allí también se encontraban con sus nietos para presentarles a Tío Tigre o Tío Conejo, mientras hacían sus tremenduras en nuestros jardines. Ellos y tantos otros hicieron de nuestra casa su punto de encuentro, el lugar donde combatir la soledad de sus rutinas a través del compartir.

Dramatización de la fábula infantil “Tío Tigre y Tío Conejo”

Siempre evitamos que nuestra sede se convirtieran en uno de esos estadios donde las masas llegan, ven el espectáculo, dejan la basura y se van. Éramos patrimonio cultural tangible pero también intangible de todos los venezolanos, así debíamos transmitirlos, así debía sentirse.

Nuestras premisas de la gratuidad, continuidad y altísima calidad las mantuvimos siempre. Nos dieron resultado, porque la respuesta fue hermosa y efusiva. La huella quedó plasmada en el andar cotidiano del alma alrededor de nuestros espacios rehabilitados.

Feria del Juguetero, PDVSA La Estancia Caracas

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Beatrice Sansó de Ramírez

Abog. SummaCumLaude. Doct. en Dcho. Prof. UCAB-UCV. NYU Cities and Urban Development. Pdte PDVSALaEstancia 8 años: arte y espacio público, social, cultural.