GAZEBO DE “EL CALVARIO”: PATRIMONIO HISTÓRICO DE LA CARAQUEÑIDAD.

Beatrice Sansó de Ramírez
7 min readApr 5, 2019

Este pabellón, de 140 mts2 de planta simétrica hexagonal, lo encontramos en el año 2009 en estado casi de destrucción, por lo cual se propuso y aprobó iniciar su intervención y restauración…

Caracas, la ciudad de los techos rojos, escogida como asentamiento político y económico de Venezuela, por su extraordinario clima y ubicación geográfica, fue construida en torno a la idea española de la Plaza.

Específicamente, alrededor de la Plaza Mayor fueron naciendo los edificios públicos y las casas de los mantuanos; y, a medida que este esquema se iba ampliando, el mismo se repetía con otras Plazas, para formar cuadras que en conjunto constituían la planimetría urbana de nuestra capital.

A partir del siglo XVIII, las esquinas que se iban gestando a partir de tales bloques de nuestra ciudad, fueron adquiriendo nombre, que respondían a las más diversas razones. Así, la Esquina de Socorro, cuya denominación se originaba de un puesto de atención médica de emergencia en el sitio; la de Las Ánimas, en virtud de la leyenda de que caída la noche se escuchaba en ella un coro de voces fúnebres; la de Conde, por haber vivido allí dos condes; la de Gradillas, pues en ese espacio, existieron unas gradas para bajar a la Plaza Mayor; y, la de San Jacinto, por ser sede del Convento de San Jacinto.

Dicho Convento, construido y regentado por Los Dominicos, dió origen al nacimiento en 1595 de la Plaza de San Jacinto (Patrono de dicha Congregación Religiosa), una de las más antiguas de la ciudad, circundada por la Casa Natal del Libertador y el Museo Bolivariano; y, en la que, Alejandro Von Humboldt recomendó en 1802 durante una visita, la construcción de un Reloj de Sol. En el año 1812 la Torreta de la Plaza, luego del terremoto de Caracas, fue el sitio donde Simón Bolívar declaró su famosa consigna ¨Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca¨.

La Plaza que fue reconstruida luego del indicado terremoto, y en 1967 también por el mismo motivo, esta vez, bajo la dirección del famoso arquitecto Tomás Sanabria, mantuvo siempre su forma y su Torreta, habiéndose realizado en dicho año una réplica del valioso reloj.

Fueron 3 las etapas de la Plaza. La de uso religioso(con el Convento de San Jacinto, eliminado como respuesta a la Ley de Extinción de Conventos de 1828); la política, monumental y recreativa, una vez que se convierte en la sede del Ayuntamiento; y, finalmente, la comercial. Esta última, en virtud del crecimiento de la actividad comercial de la adyacente Plaza Bolívar.

Sobre lo que fuera el Convento y la Iglesia, se construyó el Mercado de San Jacinto, de mucha importancia y movimiento a principios del siglo XX y en el que resaltaba una estructura abierta en todos sus lados: el muy icónico Gazebo de la venta de Flores.

Planimetría y diseño para la rehabilitación del Gazebo

Al efecto, un Gazebo se identifica como una estructura caracterizada por la ausencia de cerramiento vertical y estar destinada generalmente a dar sombra, facilitar el descanso a las personas o funcionar simplemente como ornamento.

Su nombre “Gazebo” pareciera originarse de la palabra en árabe “Kasabah” o “qasaba”, que eran las fortalezas que se construían en entornos urbanos, a veces aterrazadas, aunque para otros proviene de la frase en francés “c´est beau”(“es bello”). Su diseño recuerda a los templos helenos y romanos, así como, a los templetes renacentistas y a las pagodas chinas.

Vista actual del Gazebo, luego de su rehabilitación

Su forma se remonta mas directamente a los jardines ingleses del siglo XVIII, que incluyeron la estética de lo “pintoresco”, por influencia del artista Joseph Addison, quien la utilizara para identificar en el arte, las novedades, lo irregular y lo singular; y generar así movimiento y entusiasmo en la percepción del espectador frente a lo agradable. Ésto porque la tendencia contemporánea de la subjetivación de las cuestiones artísticas, en la medida que mas que priorizarse la belleza del objeto, se buscaba el placer del veedor.

El Gazebo del Mercado de San Jacinto, destinado a la venta de flores fue construido en 1883 en Bélgica con maderas de origen africano, responde a la tendencia afrancesada de la época, que fuera impuesta por Antonio Guzmán Blanco.

El Gazebo con anterioridad a su rehabilitación. Nótese su estado de deterioro, también de cómo habían dañando sus techos de 16 aguas a 4 aguas.

Hacia los años 30 del siglo pasado fue trasladado al originariamente denominado Paseo Guzmán Blanco (patrimonio cultural según Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela número 39272, del 25 de setiembre de 2009), ubicado en la Urbanización El Silencio de Caracas, entre las Esquinas de Catedral y San Juan, hoy de nombre Parque Ezequiel Zamora.

Montaje de la nueva estructura.

Este pabellón, de 140 mts2 de planta simétrica hexagonal, lo encontramos en el año 2009 en estado casi de destrucción, por lo cual se propuso y aprobó iniciar su intervención y restauración como parte de nuestra acción en el eje de restauración del patrimonio y rescate de espacios públicos en el marco de la política de desarrollo social y cultural que era parte de nuestro mandato y razón de ser como institución.

El Gazebo del Calvario, plataforma para el descanso y disfrute

Inmediatamente, procedimos a realizar reuniones con las muy activas comunidades circundantes y con profesionales en la materia, para desarrollar un Pre Diagnóstico; y, luego de haber identificado como los

mejores investigadores y expertos de la misma a los integrantes del Laboratorio Nacional de Productos Forestales, ubicado en la sede de la Universidad de Los Andes (ULA), en cabeza de su Director Pablo Ninín, procedimos a ejecutar con mucho detalle, su desmontaje y embalaje, para enviarlo a dicho ente, donde estaría sometido a la revisión y restauración directa por parte de 12 investigadores de distintas disciplinas.

Nótese el trabajo de filigrana de sus techos

Así, a cada una de las piezas del Gazebo se le tomaron muestras de sus agentes biológicos (hongos y termitas), para determinar el grado de su respectivo deterioro biológico. Luego, se realizó el aserrado y secado de las maderas, así como, el estudio de sus propiedades físico mecánicas. Ésto, para determinar si cada una cumplía con sus propiedades estructurales y con la correspondiente calidad visual.

Visual interna del Gazebo

De seguidas, se realizaron estudios infrarrojos y de microscopía, así como, exámenes fitosanitarios y de electrónica de barridos.

El Gazebo en su esplendor

Mas tarde, se removieron y se sustituyeron las partes deterioradas y se realizó el ensamblaje y la codificación de cada una de las 372 piezas que conforman los grupos estructurales de arcos mayores y menores de carácter ornamental, así como, de barandas, cornisas y filigranas, colocándosele un acabado en acrílico, a la vez que se les impermeabilizaba.

El Gazebo y su uso social

El Gazebo está conformado por 12 columnas y una cubierta de doble techo, de los cuales uno lo llevamos nuevamente a 16 aguas, que, en alguna remodelación había sido reducido a 4 aguas, lo cual había afectado la estructura, la estética y el diseño general de la obra.

Nótese la señale1tica explicativa del proyecto y de la historia del Gazebo

Para evitar el deterioro, las maderas fueron secadas y calibradas, también protegidas con productos encolados y colocado un manto asfáltico en las estructuras.

Invitación a la comunidad a la inauguración de la rehabilitación del Gazebo

El pavimento fue sustituido y, al igual que en todos nuestros proyectos, el Gazebo adquirió el valor agregado de su iluminación monumental y de la jardinería circundante, en conjunto con la incorporación de una señalética de alta calidad de diseño con la narración de los pasos dados y la historia del Gazebo. Todo este proceso duró, debido a su detenimiento en los detalles y la seriedad del trabajo 3 años.

El uso social del Gazebo. (De cómo protagoniza los momentos icónicos de los caraqueños).

Lo mas importante de nuestro trabajo fue sin embargo, haber generado el empoderamiento de la obra por las comunidades de la zona; así como, la gestión del espacio por parte de las mismas de forma directa para la realización de encuentros, actos; y, a la vez, su incorporación como parte constituyente de las vidas, cotidianidad e historias de los citadinos locales. El Gazebo ha sido así, cómplice de los enamorados que se apoyan en él para pedir la mano a su novia; ha fungido de oficina para jueces y funcionarios casaderos; ha acompañado el vaivén de bailarines y servido de palco acústico para retretas domingueras y conciertos.

Avctividad cultural desarrollada por nosotros en El Gazebo, de forma gratuita y para disfrute de la comunidad.

El Gazebo ha llevado el colorido de sus flores desde San Jacinto al Calvario, para envolver con sus aromas la cotidianidad de los caraqueños, que a través de su historia se encuentran con aquellos caballeros que entre Conde a San Francisco, invitaban a las damas a disfrutar todos juntos de un chocolate caliente a la bajada del Pacheco decembrino.

--

--

Beatrice Sansó de Ramírez

Abog. SummaCumLaude. Doct. en Dcho. Prof. UCAB-UCV. NYU Cities and Urban Development. Pdte PDVSALaEstancia 8 años: arte y espacio público, social, cultural.